A mis "amadisimos" jefes

Buenos días mis pequeñas,

hace nada que escribí la anterior entrada, pero necesitaba poner mis pensamientos por escrito...

Esta mañana me he lebantado a las 8 y 10, me he duchado y he ido a casa de mis padres.
He desayunado un zumo de piña y un café con leche descremada.
A las 9 menos 10, como siempre, he bajado con mi madre al trabajo. He fumado un cigarrillo y he entrado para dentro.
Me encuentro con las compañeras de siempre, con las que me han "acompañado" durante un año largo en la empresa; no las echaré de menos. No significan nada para mí, de hecho creo que no las soporto.
En cuanto llego me pongo a leer mi correo electrónico y a "trabajar". No me apetece nada hacer un trabajo por el que a penas cobraré y mis jefes se van a forrar. Mañana será mi ultimo día aquí y lo último que me apetece es que quede todo hecho. Sonará raro, pero es mi manera de vengarme por un año en el que he sido completa y absolutamente explotada y pisada por el hecho de ser chica. QUE OS JODAN! Nos os gusto ni me gustais. Pareceré tonta, pero cuando os deis cuenta de que lo poco que he hecho estas últimas semanas, está mal hecho y los clientes empiecen a quejarse será demasiado tarde como para echarme la bronca.

En cuanto salga de aquí y cierre la puerta de entrada por fuera por última vez me sentiré la mujer más feliz del mundo aunque sólo sea por un momento.
Nunca me he considerado una chica "mala", pero teniendo en cuenta los incontables ataques de ansiedad que me provocasteis OJALÁ LA EMPRESA QUIEBRE Y OS VEAIS SIN PODER LLEGAR A FIN DE MES, COMO ME PASABA A MI TODOS LOS MESES. SOIS DE LAS POCAS PERSONAS QUE ODIO Y ODIARE EN MI VIDA.
Cuando llegue a la calle mañana al medio día, después del último día de trabajo, solo tendré una cosa que deciros:

ADIOS PRINGAOS!